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miércoles, 17 de agosto de 2011

Sobre enchufes, enchufados y enchufadas, sobre todo en las Cortes de Honor.


Hay un dicho que cuenta que “si a los 20 no eres de izquierda es que no tienes corazón, y si a los 40 no eres de derecha es que no tienes un duro”.

Quiere decir que cuando eres joven, o has empezado una actividad recientemente, lo normal es que te quieras comer el mundo. Pero cuando pasa el tiempo las cosas que al principio querías arrasar van calmándose.

Digo esto porque hay un tema que estoy dándole vueltas desde hace tiempo acrecentado sobre todo por las preselecciones: Los enchufes, los enchufados y las enchufadas.

En muchas ocasiones los que mas hablan son los que mas tiene por  qué callar. Y son las personas que critican los enchufes en jurados.

En los premios de fallas los vemos todos los años y sabéis que lo hemos comentado en alguna ocasión. Sobre todo cuando sacamos al aire el tema del “Lobby de influencias” que contamos en abril. En este caso como estamos en fallas, al día siguiente de la lectura de premios ya está todo olvidado.

Pero en el tema de las preseleccionadas y las cortes no es así porque duran todo el año. Y sé de gente que a ciertas cortes de un año o de otro no las podía ver porque por culpa de salir esa chica o esa niña la suya no había salido. Todos recordamos lo que se comentó el año de la lluvia en la plaza de toros y la posterior boda de Lucía Gil con los presuntos cambios en las elegidas después de una misteriosa llamada de Canal 9 a una no elegida insistiendo la periodista de la televisión pública que si, que ella estaba en la lista que le pasaron el viernes. Recordamos que la elección de las cortes aquel año se celebró en domingo.

Hay varios ejemplos que en todas las cortes que he conocido se podrían ver. Pero no voy a detallarlos porque, como decía al principio, el tiempo te sienta el ímpetu y te hace recapacitar.

¿Y por qué digo esto?
Por una razón sencilla. También he visto quien criticaba los enchufes, pero a las primeras de cambio, en cuanto han tenido la oportunidad de aprovechar uno de ellos no se lo ha pensado ni un minuto y, si gracias a ese enchufe, ha podido tener a su hija, sobrina, fallera mayor o alguien cercano en la corte, no ha dudado ni un minuto y lo ha aceptado, incluso en algún caso, lo ha buscado entre los jurados correspondientes. Hasta he podido leer mensajes que les hacía llegar a personas cercanas a los jurados. Son privados y no puedo demostrarlos. Por eso no detallo más.

Pero mirando en la vida normal, suele ser habitual que en cuanto conocemos a alguien en algún sitio que nos puede colar en una cola, nos puede dar entradas para ver una final, una corrida de toros, nos puede agilizar una gestión de cualquier tipo poniéndonos los primeros, todos, absolutamente todos lo aprovechemos.

Una nueva demostración de que las fallas son un reflejo de la sociedad. Hasta en esto se puede ver.

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