Por una parte veo como dos jueces se "pelean" para llevar temas relacionados con el PP. Otros dicen que según que juez toque así tendrás ventaja.
No es la primera vez que en un caso de separación el abogado te dice preocupado "vaya, nos ha tocado tal juez o tal jueza que es feminista..."
Otros dicen "bueno, este juez en este tema es muy complicado". Claro, uno se pregunta ¿que pasa que con otro juez nuestro caso tendría mejor resolución?
No sé, pero a mi esto no me gusta.
Mirad: conozco algún caso en el que un matrimonio roto con hijos, ella le está haciendo la vida imposible a él para quedarse con la casa y los niños cuando tienen custodia compartida. ¿Qué sucede? pues que la juez cree a pies juntillas lo que le cuenta ella pero para creer lo de él tiene que presentar mil y una pruebas. Es decir, ella tiene tres pasos por delante cualquier problema ante él. Y a esto tampoco creo que haya derecho. Algunas mujeres juegan con esta situación para sacar ventaja y veo que los/las jueces no hacen nada.
Pero si traigo esto a este blog es para destacar que me ha venido a la cabeza la famosa jueza que ha cerrado dos casales ella solita. El de la falla General Pando-Serrano Flores y el de José María de Haro-Poeta Más y Ros. ¡Qué casualidad! Me pregunto ¿Con otro juez el resultado hubiera sido el mismo?
Está claro que este hecho no es tan mediático como el de los jueces de los casos Gurtel y Bárcenas, pero si que son preocupantes para nosotros.
Y es que en casos como esto me recuerda las palabras del alcalde de Jérez de la Frontera: "La justicia en España es un cachondeo".
Es algo que se tenían que hacer ver. En casos judiciales no podemos depender de ideologías o de pensamientos de los jueces, se suponía que la justicia era ciega, ¿no?
Y en breve trataremos el tema de la falla Pedro Cabanes-Juan XXIII que también es muy llamativo con un tema de jueces por el medio.
Veo mal a el poder judicial. Pero mal, mal.
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