Estado policial (local) fallero. ¿Se está buscando Rita que le pitemos en la próxima crida?

Cada vez más las fallas estamos viviendo un estado policial con una actitud pasiva de los distintos gobiernos, sobre todo municipal y autonómico, a quienes se les llena la boca de ensalzar la fiesta de las fallas, la labor de los falleros y los beneficios de la fiesta pero cuando les quitas el micrófono parece que se olvidan.
Ya no hablo del gobierno central (si, con minúsculas, no me he equivocado, un gobierno que ataca a nuestras fallas no merece ese protocolo) quienes nos están machacando con leyes, normas e inspecciones de una forma casi trágica.

Son muchas las quejas que nos están llegando desde que terminaron las fallas por varios medios. Policías locales que, mandados por sus intendentes de zona, machacan a multas a churreros que, presuntamente, parecía que tenían sus permisos en regla (algo totalmente incompresible); policías locales que le advierten a una falla del centro que no ponga un puesto de salchichas porque lo "perseguirán"; policías locales que, sin previo aviso, multan a fallas que ponen contenedores en la calle a modo de almacén; policías locales que supervisan minuciosamente los puestos de comidas, etc. como si les fuese la vida en ello y luego dejan campar a sus anchas a los "top mantas"; policías locales que paran una despertá (si, si, la paran) para pedir el DNI a sus participantes para ver si se cumplen las normas destrozando la fiesta y asustando a los niños, policías locales que denuncias a casales falleros cuando el ruido se provoca en la calle; policías locales que prohíben a una falla disparar una mascletá en un lugar que llevaba 25 años haciéndolo sin ningún daño y este año a alguien se la ha cruzado los cables y no han podido dispararla. Lo dicho, parece que los culpables de todo somos las fallas,Un excesivo celo que hace que parezca que nos utilizan de altavoz para sus reclamaciones.

No discuto que estén aplicando las leyes, pero si las aplicaran con el mismo celo, incluso me atrevería a decir recelo, en otras actividades (bueno, menos en lo de la grúa, que ahí parece que como si que hay negocio también están prestos) estoy seguro que Valencia se convertiría en una ciudad totalmente policial y sería imposible vivir en ella (o a lo mejor desaparecerían muchos corruptos)

Hay que navegar entre el respeto a las leyes y el no dejarnos tomar el pelo. Que se reúnan el concejal de fallas y el concejal de policía local de una vez, ambos compañeros de partido político y de gobierno local, y acuerden lo que tenemos que hacer y lo que no, que esto ya clama al cielo y desespera a unos falleros que ponen mucho dinero propio, que emplean muchas horas libres quitándoselas a sus familias, que trabajan duro durante el año para dar a Valencia algo que parte de esta Valencia desprecia y denosta, que lucha para que las fallas se sigan plantando año tras año para que los políticos se puedan lucir a pesar de estas persecuciones y que reciben a cambio palos y más palos incluso de su propio Ayuntamiento quien parece que en esto mira para otro lado.

De verdad, es increíble lo que nos está sucediendo. Pero es que luego vienen de Madrid y de Bruselas leyes como la de la pirotecnia o las inspecciones de hacienda y las gestiones y protestas (pobres) desde Valencia no surten efecto.

A todo esto vemos como la Guardia Civil hace desmontar mascletás que antes no daban problemas.

Lo dicho, esto pinta mal, muy mal y cada vez más nos vemos desprotegidos e incluso atacados.
Llamadme victimista si queréis, pero es lo que siento.

No pretendo cebarme con los policías locales (los números, que bastante tienen con aguantar a sus jefes) si no con aquellos que les mandan machacar a las fallas, dígase concejal, dígase intendentes de zona, dígase quien sea. Sin quitar la excesiva prepotencia de algún policía que empaña la gran labor de ayuda que la grandísima mayoría de compañeros desarrolla.

Las fallas nos estamos convirtiendo en un estado policial local. Pienso que no hay derecho a como se nos trata.